Este monarca, hijo de Juan II de Castilla y de María de Aragón, nació en 1425 en Valladolid y murió el 11 de diciembre de 1474 en Madrid. Fue el hermanastro de la famosa Isabel la Católica y tuvo una vida bastante controvertida en todos sus ámbitos.
Son famosas las crónicas e historias que cuentan de su dificultad para procrear, sus conflictos con la nobleza e incluso sus relaciones intimas con sus validos. ¿Qué parte de la historia que nos ha llegado es real y qué parte es fruto de la invención de sus enemigos?. Probablemente nunca llegaremos a saber cuál es la línea que separa la realidad de la ficción, ya que sabemos que la historia es contada en la mayoría de los casos por los vencedores, pero existen nuevas investigaciones que intentan esclarecer parte de su leyenda negra, como su impotencia.
Este peliagudo tema nace de su primer matrimonio con Blanca II de Navarra, con la que estuvo casado 13 años. Con el paso del tiempo y la falta de un hijo heredero, se empezaron a crear los rumores acerca de la incapacitación para copular por parte del rey. Enrique intentó solucionar seriamente este problema y se untaba con pomadas e incluso recurrió a médicos italianos que le prescribieron ejercicios sexuales. No obstante, el primogénito no llegó y Blanca y Enrique se divorciaron. Su segundo matrimonio fue con Juana de Portugal, y con ella llegó el nacimiento de su primera y única hija, Juana “la Beltraneja”. ¿Y por qué apodada de esta manera? .Los rumores de la impotencia del monarca ya eran conocidos por todo el reino de Castilla y sus enemigos dieron forma a un complot en su contra: dijeron entre otras historias, que su hija era fruto de las relaciones de su esposa Juana con el consejero del rey, Beltrán de la Cueva, joven apuesto de veinte años a quien la reina (y dicen que también el rey) tenía especial cariño.
Cuando Enrique IV falleció, la corona de Castilla pertenecía a su hija Juana por derecho, pero Isabel de Castilla supo bien como jugar sus cartas y utilizó esos rumores que circulaban por toda la corte para generar dudas acerca de la legitimidad de Juana la Beltraneja para ascender al trono, ya que no era hija del rey y por lo tanto no tenia derechos sobre ella. Tras una guerra civil larga y sangrienta en Castilla entre Juana e Isabel, la vencedora fue esta última.
La próxima semana contaremos más cosas de este rey, ¡feliz semana!